FUNDACIÓN

24.05.2015 18:10

Las raíces de Xalapa se remontan a los tiempos prehispánicos. De acuerdo con los Anales de Cuautitlán, ya para el siglo XII existía Xalapa o Xallac, es decir: “lugar de las aguas arenosas”. El antiguo caserío indígena, situado en la región de las grandes montañas a partir de la Conquista daría lugar a la villa colonial. Desde fechas muy tempranas, Xalapa se constituyó en una escala necesaria del camino que subía de las tierras bajas del trópico a la mesa central. Funcionarios, figuras notables y todo tipo de viajeros hicieron del antiguo y disperso caserío indígena una parada indispensable, un lugar de descanso de los peligros y molestias de la tierra caliente, que dejaban atrás despavoridos por el temor de las fiebres, y un sitio de preparación para la continuación del viaje. Pero a Xalapa se lo consideraba no sólo un refugio en el camino, sino un lugar encantador. Particularmente, los viajeros quedaban fascinados por el paisaje circundante. Gracias a su ubicación geográfica, la región jalapeña- en donde se unen la zona tropical seca y la templada húmeda- poseía una gran variedad de especies vegetales.

Moctezuma Ilhuicamina, quinto emperador azteca, invadió el actual territorio veracruzano en la segunda mitad del siglo xv, y en el año de 1457 sometió a numerosos poblados indígenas, entre ellos Xallitic, Techacapan, Tecuanapan y Tlalnecapan. Desde ese año los poblados de la zona pasaron a depender del Imperio Mexica, hasta que éste fue conquistado por los españoles, en 1521.

En el siglo XVIII, la Corona española, en un intento de sacar mejor provecho de sus colonias, buscó revitalizar su sistema de flotas y ferias. A partir de 1720 y hasta 1776 se estableció la feria de Xalapa como la más importante de la Nueva España. Con la celebración de esta feria, la población vio multiplicados sus habitantes, acrecentó sus negocios y el número de casas, almacenes y posadas. Al sitio se le conoció entonces como Xalapa de la Feria. En 1791, el antiguo pueblo de Xalapa adquirió el título de villa y obtuvo su escudo de armas.

En torno a tres manantiales nombrados: Xallapam, Xallitic y Techacapan, en una época que antecede a la era cristiana, un grupo de familias Totonacas se congregaron y dieron origen a Xalapa, en 1519, sus pobladores recibieron en paz y dieron hospedaje a Hernán Cortés y a su ejército de conquistadores, secundando la política de los Totonacas de Cempoala.

Después de 1521, Xalapa no fue encomendada a ningún conquistador, sino que se le reservó para tributar a la real corona.

Por espacio de tres siglos, el desarrollo de Xalapa se caracterizó por períodos de lento crecimiento de prosperidad, de atonía y depresión económica. Sin embargo, con el establecimiento de las ferias del comercio en 1720 hasta su liquidación con la libertad de comercio, el pueblo experimentó una de las etapas de mayor crecimiento urbano y de progreso.

Sin embargo fue hasta 1791 que la importancia de Xalapa como población dentro de la región central de la intendencia de Veracruz se reflejó en la adquisición del Título de Villa.